La virgen de Meritxell es un símbolo icónico de la historia de Andorra. Se trata de la patrona del Principado desde 1873, año en el que fue declarada la protectora de Andorra, un hecho que fue ratificado por el obispo de la Seu d’Urgell en 1914. Cuenta la leyenda que un 6 de enero, el día en el que se celebran los Reyes Magos, un grupo de habitantes de la aldea de Meritxel se dirigían hacia Canillo para escuchar la misa especial de ese día. De camino, un hecho sorprendente les hizo pararse en alto: una zona del sendero estaba poblada de flores, algo que no debería ser posible en el clima gélido del invierno andorrano. Cuando los aldeanos se acercaron, descubrieron atónitos que entre las flores había una imagen de la Virgen y del Niño. Impactados por su hallazgo, los aldeanos reportaron lo que habían visto al cura que oficiaba en Canillo. Este último recogió la imagen de la virgen cuando acabó la misa, y la puso a resguardo en el interior de la iglesia. Al día siguiente, cuando el cura volvió a la iglesia, se dio cuenta de que la imagen había desaparecido. Escandalizado, comenzó la búsqueda de la imagen de la virgen, pero nadie sabía donde estaba. Finalmente, fue encontrada en el mismo sitio en el que había sido descubierta, rodeada de flores que extrañamente parecían inmunes a la nieve del paraje. Los andorranos interpretaron estos sucesos como una señal de la Virgen, por lo que construyeron un oratorio en el sitio en el que fue encontrada, y a escasos metros una capilla en su honor.
Pero esta capilla se hizo rápidamente demasiado pequeña, ya que los devotos a la madre de dios se desplazaban desde todas partes de Andorra para rendirle culto. Por lo tanto, se decidió erigir una ermita más grande, que podría acoger a todos los fieles.
Y esta ermita fue el lugar de culto de la madre de Dios de Meritxell hasta el año 1972, cuando un terrible incendio la destruyó, en la noche del 8 al 9 de septiembre. Desafortunadamente, la talla de la virgen original se quemó en el incendio, por lo que en la actualidad lo que se tiene es una reconstrucción de esta.
A pesar de lo ocurrido, la fe de los devotos andorranos no se ha visto afectada, ya que, a escasos metros de la capilla destruida, se ha construido un nuevo santuario para la virgen, el que se mantiene firme vigilando los valles de Andorra en la actualidad.
Además de la talla de la virgen de Meritxell, en el santuario se pueden apreciar las tallas de los patronos de todas las parroquias: Sant Serni de Canillo, Santa Eulalia de Encamp, Sant Corneli de Ordino, Sant Iscle de La Massana, Sant Esteve de Andorra la Vella, Sant Pere Màrtir de Escaldes-Engordany, y Sant Julià y Sant Germà de Sant Julià de Sant Julià de Lòria. Todas ellas siendo esculpidas por Sergi Mas. La devoción a esta virgen se puede ver incluso en el himno de Andorra que le dedica un verso “de Meritxell la gran Mare”.
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