Adentrarse en el valle de Incles, en la parroquia de Canillo, siempre supone descubrir paisajes únicos. En el quilómetro 1,5 de la estrecha carretera que atraviesa la zona se encuentra señalizada el principio de la ruta que nos lleva hasta el lago de Cabana Sorda. Situado a 2.290 metros de altitud, cuenta con un refugio a escasos metros con capacidad para 20 personas.
El principio del camino tiene una pendiente pronunciada que se adentra hacia el Bosque de la Pinosa. Si la ruta se realiza en verano, se puede disfrutar del espectáculo visual que generan los lirios azules con el valle de fondo.
El camino se va estrechando y cerrando hasta pasar por el barranco del Fenefau y después sube hasta los Assaladors de Cabana Sorda, punto en el cual se recupera una buena vista panorámica. Desde ahí, el sendero cruza un prado alpino hasta encontrar el río de Cabana Sorda, que nos guiará durante un tramo final de 10 minutos hasta encontrar el lago.
El recorrido completo tiene una distancia de unos 2,7 quilómetros y un desnivel de 470 metros, por lo que la dificultad de la ruta es moderada.
La subida se puede completar en 1 hora y media, aproximadamente, y el camino de vuelta en 1 hora. En cuanto a la señalización del recorrido, son tres círculos horizontales de color amarillo.
Esta ruta es ideal para conocer el circo glaciar del valle y para intentar encontrar una marmota o un tritón palmeado. Además, se encuentra cerca del lago de las Salamandras, por lo que se puede añadir algo de dificultad combinando caminos. Por último, destacar que hay cobertura durante todo el recorrido.
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