Situado entre las parroquias de Ordino y Canillo, el Pico de Casamanya goza de una ubicación privilegiada, ya que se encuentra en el centro del país. Pese a su dificultad media, es una de las rutas más frecuentadas del país gracias a las magníficas vistas que se pueden contemplar desde la cima, a 2.740 metros. Para los menos acostumbrados al senderismo, el camino de ascenso se puede completar en dos horas aproximadamente y el regreso se realiza por la misma ruta.
El sendero no tiene pérdida: El punto de salida se encuentra en el collado de Ordino y se adentra en el bosque de la Airola hasta llegar al collado de las Vacas. Después, continua hacia la cabeza del Astarell y sigue hasta alcanzar los Llosers de Naudí. En esta zona ya podemos observar desde cierta altitud el majestuoso entorno que tenemos alrededor.
El pico ya está cerca, pero todavía queda por superar una pendiente de unos 400 metros de desnivel. Durante los últimos minutos, se puede observar la característica pila de piedras que corona el Casamanya y se hace inevitable ir dándose la vuelta de vez en cuando para contemplar el paisaje. Desde arriba del todo, se pueden observar el pico del Estanyó, el de la Serrera, el de Carroi y el de Comapedrosa, entre otros.
El desnivel total del sendero es de 750 metros y la señalización son tres círculos amarillos en horizontal. Pese a sus pendientes pronunciadas, no es una ruta muy larga, ya que cuenta con un recorrido de unos 3,75 quilómetros. Las coordenadas para el inicio de la ruta son 42°33'22.0"N 1°34'18.1"E.
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